Por María Estela de León.
Las medidas tomadas por el Estado dominicano como lucha ante el combate del Covi-19, son dolorosas pero necesarias para garantizar un año 2021 que se proyecta cargado de incertidumbre pero al mismo tiempo de esperanza para el país y el mundo, tomando en cuenta que su presencia en el escenario global trastocó todos los patrones culturales, sociales, económicos y los cambios para la humanidad ante tal evento aún no son predecibles.
Sobre el particular, es necesario en primer orden crear consciencia de esta grave situación a través de la educación y las ineludibles visiones de los estadistas para hacer frente al flagelo. Además, de la colaboración activa y la vigilancia permanente de la población en la implementación y conducción de las políticas públicas, con miras a salvaguardar vidas, sobre todo a los más vulnerables.
En ese sentido, las cifras oficiales recogidas por las autoridades, por si solas deben llamar a la meditación, para desde la ciudadanía generar conciencia e implementar un cambio de conducta.
En el mundo hay alrededor de 1.8 millones de fallecidos y más de 82 millones de infectados por el Covid-19, si a esos números le sumamos las causas de fallecimientos de personas por afecciones que no tienen relación con el Covid-19, entonces estamos frente a un drama de escala superior que es preciso tener en cuenta para estudiar y reflexionar, pero además de tomar medidas que permitan controlar esta situación.
En el caso de la República Dominicana los números rondan por los 2 mil 416 fallecidos y 38 mil 267 infectados, según el boletín oficial (#289), estas cifras nos indican que es importante trabajar para disminuir los niveles de contagios y deceso a causa del virus. Ante la situación descrita, este es un año de muchos desafíos para las autoridades estatales en materia económica, la cual es determinante para la sostenibilidad de la nación y para la lucha y combate la pandemia.
En ese mismo orden según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un hallazgo que abarca del periodo 2000 al 2019, las cardiopatías están consideradas como la principal causa de fallecimiento por más de 20 años, cerca de 9 millones personas han fallecido a causa de la misma. Otras enfermedades observadas por la organización son la Diabetes y el Alzheimer; la primera cumuló un 70% con un aumento de 80%, los hombres fueron los más afectados, en tanto que la segunda está entre las 10 principales causas de muertes en el mundo, el 65% corresponden a mujeres, según la entidad. Señala, además, que las personas bajo estas condiciones de salud y otras preexistentes están siendo las más afectadas por el virus.
En ese contexto, el país se ha abocado a la ejecución de un nuevo presupuesto en medio de una situación calamitosa en la salud pública de los dominicanos, es por eso que es juicioso dar señales claras de transparencia, a través de las instituciones públicas sobre el manejo y la distribución de los fondos públicos, la inversión y activación de los sectores económicos, por solo citar algunas áreas.
Abogamos al diseño de programas viables, medidas preventivas eficaces, pronto auxilio, políticas públicas inclusivas, ciudadanía responsable y consciente, para que se vea la luz al final de este túnel que pareciera no tener fin.
Concluyo con una frase de película del cineasta estadounidense, Woody Allen “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”.
La autora es dominicana, periodista y abogada